Nuestra forma de vida, nos requiere un consumo energético derivado del uso de determinadas tecnologías que en general nos facilitan y ayudan en nuestras tareas.
Sin embargo no somos conscientes de cómo estamos desperdiciando energía constantemente.
Y lo peor de todo es que no quiere decir que ahorrar signifique perder calidad ni servicio. El ejemplo típico sería apagar los electrodomésticos en vez de dejarlos en modo standby.
En este post quiero centrarme en las posiblidades que nos ofrece Windows para ahorrar energía que no nos obligaría ni siquiera a cambiar hábitos de trabajo, solo a configurar adecuadamente nuestro sistema Windows.
Este es el método más básico y que casi todos tenemos activo en nuestros equipos. Consiste en que pasado un tiempo de inactividad el monitor entra en modo ahorro de energía.
A veces es curioso ver protectores con imágenes muy bonitas que evitentemente no sirven para nada. Cuanta más parte de la pantalla encienda el protector, peor será. El mejor sin duda el que pone el monitor totalmente negro, sin ningún punto encendido.
En un post anterior hablé de la diferencia entre hibernar y suspender (ver aquí). Configurando eficientemente estas utilidades podemos ahorrar mucha energía, sin perder utilidades.
En nuestros hábitos de trabajo sabemos perfectamente que las pequeñas paradas (ir al servicio, descanso puntual, etc.) no duran mas de 5 minutos. Es decir podemos dejar un margen de 10 minutos sin que se produzca ninguna acción de ahorro.
Pasados los primeros 10 minutos podemos suponer que ya no es una pequeña parada. En este caso yo aconsejaría que se programara una suspensión. Ya comenzaríamos a ahorrar energía, el equipo entra en un modo de standby y todo queda guardado en memoria. Para volver a estar operativo basta con mover el ratón o pulsar una tecla del teclado. Solo con esto ya tendríamos todas las aplicaciones con las que estabamos trabajando en el mismo punto donde las dejamos.
El consumo es mínimo, solo para que la memoria RAM no se borre. No funciona la fuente de alimentación, ventiladores del ordenador, discos duros, monitores, etc.
El problema de la suspensión es que si por ejemplo hay un corte de corriente, perdemos todo lo que estábamos haciendo y por supuesto el sistema se iniciaría desde el principio.
La solución para evitar ese problema y en general mi consejo para las paradas largas, sería poner el equipo en hibernación.
Por ejemplo, cuando nos vamos a comer (1-2 horas), finaliza la jornada laboral, etc., en muchos casos no apagamos el sistema porque tenemos muchas aplicaciones abiertas y volver a ponerlo todo en marcha nos lleva mucho tiempo.
Al hibernar el equipo, el estado actual de trabajo se guarda en disco con lo que al volver a arrancar, todo lo que tenía en mi escritorio de trabajo vuelve a estar operativo. En este caso hay un ahorro total de energía ya que como digo se guarda todo en disco y se apaga totalmente el ordenador. Ahora ya nos dan igual los cortes de corriente.
Las opciones que he comentado las podemos encontrar en el panel de control -> opciones de energía (todas las capturas son de Windows 7):
Ahí podemos encontrar todo lo relacionado con la optimización para el ahorro de energía:
Por ejemplo:
O para programar todo lo relacionado con el modo de actuación de los botones de encendido apagado:
En esta ventana os hago hincapié en que podemos hacer que al volver de un estado de ahorro no nos pida validación para agilizar la vuelta al trabajo normal.
Bueno, espero haberos concienciado de lo sencillo que puede ser en muchos casos ahorrar energía, solo usando correctamente herramientas que tenemos a mano.
¡¡ Pongámoslo en práctica !!
