Tras un año de la implantación de la Reforma Laboral no se ha producido un aumento de las contrataciones y las contrataciones nuevas que se han concretado han sido en la modalidad de temporales. Según Juan Antonio Sagardoy “el error del debate de la reforma ha sido centrarnos en el abaratamiento del despido“.
Está claro que si el empresario quiere despedir a sus trabajadores para sustituirlos por otros más baratos puede hacerlo fácilmente. Ya que se han incrementado los despidos objetivos en un 49% con respecto al año anterior. De forma que pasa a pagar la indemnización por despido objetivo a 20 días y de paso se ahorra los 45 días que anteriormente se pagaban (ahora 33 días). Ya que fácilmente se puede demostrar la disminución de beneficios en época de crisis.
Los Expedientes de Regulación de Empleo han aumentado un 66% y los descuelgues salariales han afectado a 30.000 trabajadores.
De cada 10 contratos nuevos, 9 son temporales por lo que la creación de contratos indefinidos se pospone en el tiempo y ha pasado a ser una utopía. Si además consideramos que el contrato indefinido de apoyo a los emprendedores tiene 1 año como periodo de prueba está claro que no se fomenta alargar el tiempo de contratación, sino más bien todo lo contrario. De hecho se han firmado 90.000 contratos indefinidos menos que el año anterior.
Recordemos que los contratos temporales son ineficaces para crear una sociedad estable y solvente. Ya que no fomenta la expansión de la economía, sino más bien el ahorro de las familias que desconocen cuál va a ser su futuro en los próximos meses. La temporalidad tampoco fomenta la formación de los empleados, ya que no se especializan en nada concreto por lo que su experiencia a veces tan dispar y generalista no aporta mucho a las nuevas empresas que los contratan.
El cuarto trimestre del 2012 ha sido el segundo periodo con más despidos. Que no es de extrañar ya que muchas de las empresas internacionales se están trasladando a países asiáticos o del tercer mundo para reducir costes, tenemos un segmento de la población poco formada y unos jóvenes con aspiración a ganar más de 1.000 euros que se van al extranjero.
Si además sumamos que no fue una reforma muy consensuada con los sindicatos y los trabajadores, obtenemos una reforma poco motivadora para la situación en la que nos encontramos.
Está claro que las cotizaciones han disminuido tanto en cantidad como en calidad. Por lo que el aumento de la edad de jubilación es la única forma de sostener las prestaciones. Mientras que en otros países de Europa las prestaciones por desempleo son el mismo importe que del sueldo íntegro.
Y a veces me pregunto, ¿cómo podemos financiar mejor al estado y que todos contribuyamos?, ¿dónde están los inspectores de la Agencia tributaria que no sacan a la luz la contabilidad B de las grandes empresas? ¿Dónde está el fraude? Hay personas que se llevan sus fortunas a paraísos fiscales y que adquieren una vivienda en esas zonas para tener más fácil el transporte de su riqueza sin gravar.
Según el profesor Roberto Velasco: “España es, con Grecia e Italia, uno de los tres países europeos con más economía sumergida y fraude. Coinciden todos los estudios y se apunta hasta un 25% del PIB (el doble que la media de la UE). La corrupción pública y privada es un sobrecoste. Este mal concierne a la sociedad en su conjunto. España es el 30º país más corrupto de 170 y las empresas españolas son las segundas, tras las chinas, que más recurren al soborno para crecer en el mercado exterior”.
¿Por qué no se reestructura la Administración Pública para ser más eficiente en todas sus áreas de gobierno y se prejubilan las personas mayores para dejar lugar a los jóvenes formados por menos sueldo? Parece que la eficiencia sólo llega a las empresas y a los trabajadores.
¿Quiénes se benefician de nuestro lamento? Los alemanes y todos los países a los que emigran los españoles formados, de forman que contratan españoles, formados a nuestra costa con puestos más bajos y por un salario menor que el de sus compatriotas. Está claro a quien no le interesa que levantemos cabeza.
¿Hacia dónde vamos? La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) asegura que la reforma laboral ha servido para que 42.000 autónomos más se conviertan en empleadores y generar 74.000 empleos netos.
Lo único que podemos sacar de bueno de esta reforma es que se ha aumentado la productividad, ya sea porque han cerrado las empresas menos solventes y de esta forma se sanea la economía; o porque los trabajadores ante el aumento del desempleo, han reducido las bajas por enfermedad, absentismo y los conflictos laborales.
Está claro que se va a seguir destruyendo empleo, que la reducción de becas a los estudiantes hará que estén peor cualificados en el futuro y que las empresas potentes seguirán trasladándose a países emergentes sus actividades. España es la 12º potencia mundial, pero ocupa el 29ª puesto en innovación. Por lo que si no aumentamos la innovación y la cualificación de empresas españolas sólo habrá dos clases de españoles en el futuro como dice el chiste: españoles por el mundo y Callejeros viajeros.
Fuente:
http://es.tendencias.yahoo.com/desempleo-salud-psicol%C3%B3gica-familia-juego-090000183.html