Que el paro baje siempre es una buena noticia, pero ¿y si no baja tanto como dicen?
Nos hemos acostumbrado a que un día al mes durante todos los meses de año, nos levantemos con las cifras del paro registrado en España como la más importante de las noticias del día. Dichas cifras suelen ir acompañadas en prensa, programas de radio o televisión de un posterior debate/análisis por (supuestos) expertos en la materia.
Teniendo en cuenta la subjetividad imperante en muchos de los medios de comunicación actuales y de los tertulianos que aparecen en éstos, voy a explicar una serie de características para interpretar los datos estadísticos del paro de una manera más objetiva; o cuando menos, dar una serie de consejos para que cuando se publiquen por parte del gobierno las estadísticas mensuales, saber a qué datos debemos prestar atención y cuáles son simple “maquillaje” para crear una atmósfera más optimista o pesimista dependiendo de la ideología del medio o partido político que los interprete.
La primera cuestión a tratar es que, en mi opinión, caemos en el error de asociar número de parados con número de inscritos en los servicios de empleo. Debemos de saber que para obtener estos datos, las comunidades autónomas (encargadas de los servicios públicos de empleo) son las que envían las estadísticas al gobierno central para que este sume los parados de cada comunidad y expongan la cifra total. Pero hemos de tener en cuenta que no todo el mundo en España que no tiene empleo está inscrito en las listas del paro, ya sean parados de larga duración que han perdido la esperanza de encontrar trabajo y no han acudido a renovar su solicitud de búsqueda de empleo o bien estudiantes u otros sectores que han terminado su formación hace relativamente poco y que se encuentran en búsqueda activa de empleo pero no se han dado de alta en el registro por desinformación o por las pocas expectativas de encontrar empleo que les genera estos organismos.
Teniendo en cuenta este hecho, un dato bastante más fiable que el anterior es el número de afiliados a la seguridad social, que en muchas ocasiones varía considerablemente del número de parados en el país, es decir, se han dado ocasiones en las que el número de parados ha bajado y, sin embargo, el número de afiliados a la seguridad social no ha subido, algo poco coherente. El principal motivo es que el paro ha podido bajar por los motivos que antes he comentado y algún partido político o el medio de turno venden la bajada de paro como un síntoma de la recuperación económica cuando simplemente se debe a la falta de esperanza de parados de larga duración o a los jóvenes que dejan de estar inscritos porque se ha marchado a Alemania a buscar un futuro mejor.
Por último, un dato a tener bastante en cuenta y del que no se habla demasiado es el número de contratos que se hacen en un mes y del tipo que éstos son. En concreto, se vende como un gran logro que durante un determinado mes se hayan hecho más cantidad de contratos que otros meses del año, cuando esto también podría verse como una deficiencia. El hecho es que más contratos firmados no significa un mayor número de personas trabajando, sino que puede verse como un síntoma de precariedad laboral donde el empleado y el empleador firman varios contratos temporales dentro del mismo mes, por lo que más contratos firmados no significa necesariamente más personas trabajando.
En definitiva, para los próximos datos del paro que leas, ten en cuenta (por ilógico que parezca) que si baja el paro no querrá decir necesariamente que en España ha aumentado el número de personas que están trabajando, intenta ir más allá de los análisis sesgados del medio o persona que los comparta y saca tus propias conclusiones profundizando en esta serie de datos.