“1 de cada 3 estudiantes en edades comprendidas entre los 13 y 15 años sufre acoso escolar” (UNICEF, 2014).
En España, se estima que un 1,6% de niños y jóvenes estudiantes sufren bullying o acoso escolar de manera constante y que, un 5,7% lo está viviendo de forma esporádica en las aulas. Según datos aportados por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA) “un 49% de los estudiantes dice ser insultado o criticado en el colegio y un 13,4% confiesa haber pegado a sus compañeros”.
Titulares como estos asaltan cada día las redes sociales, periódicos y noticias de televisión. Datos preocupantes ¿no creéis?, ¿qué está pasando en las aulas?, ¿por qué se están incrementando estas cifras?
Hablamos de Bullying o Acoso Escolar cuando detectamos una actitud agresiva, premeditada, intencionada y repetida generada normalmente por parte de un grupo de estudiantes a otro alumno el cual termina sometido al dominio, poder e influencia de este grupo. Nos referimos al Ciberbullying cuando los menores son acosados, amenazados y humillados a través de las redes sociales, Internet o la telefonía móvil de forma constante y reiterada. Ambos problemas generan ansiedad, miedo o baja autoestima en las víctimas sometidas, sin embargo, la incidencia del Ciberbullying no supera los límites de agresión que excede el Acoso escolar.
Desde los Colegios debemos promover acciones pedagógicas para intervenir y trabajar este problema y abordar las relaciones sociales que se establecen entre el grupo de alumnos. Es fundamental una detección temprana del problema para poder intervenir y evitar situaciones de maltrato verbal, físico, psicológico y social entre los alumnos que no sólo terminarán afectando su desarrollo académico sino también su vida social.
¿Qué método podemos utilizar para evaluar este tipo de acoso en las aulas?
Cuestionarios, técnicas sociométricas, observación de las conductas de los alumnos, son algunas de las técnicas que actualmente se están utilizando desde los Centros Educativos para identificar posibles conductas de acoso, técnicas que deben estar en constante proceso de actualización debido a los cambios que día a día se experimentan con el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información.
El acoso más común entre los menores es el verbal, el cual termina destruyendo la autoestima de las víctimas sometidas a humillaciones, ofensas o insultos. Este acoso está estrechamente relacionado o, en muchos casos deriva, en acoso psicológico que se produce cuando el objetivo es provocar miedo en las víctimas.
Nos encontramos ante un problema global que debe despertar todas las alarmas sociales y educativas ya que día a día podemos ver cómo aumentan los casos de menores afectados por este gran problema en las aulas. Si desde los Centros Educativos no desarrollamos acciones para prevenir y erradicar este tipo de problemas, encontraremos víctimas de acoso escolar que llegan a una adolescencia marcada en su mayor parte por síntomas de tristeza, ansiedad o depresión.
Una triste y preocupante realidad que, sobre todo desde hace unos años, y con el incremento del uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales (Internet, teléfonos móviles, redes sociales, etc.) entre los jóvenes, está provocando el aislamiento y la exclusión social de las víctimas por parte del resto del grupo escolar.
Bullying y Ciberbullying, problemas de actualidad presentes en los medios de comunicación, en la vida escolar y en la vida familiar de los alumnos. Es necesaria la concienciación de las graves repercusiones que están teniendo estos problemas en el desarrollo académico, social y afectivo de los alumnos. Y tú, ¿vas a continuar cerrando los ojos?