El pasado 14 de abril se cumplieron dos años del secuestro de más de doscientas niñas en la Escuela de Educación Secundaria de Chibok, en Borno al nordeste de Nigeria. El responsable de dicho secuestro el Grupo Armado Radical Islámico denominado “Boko Haram”, cuyo significado en el idioma local, el Hausa, es La Educación Occidental es Pecado, está perpetrando ataques terroristas en Nigeria, Camerún, Chad, Níger y Malí.
Este grupo fue fundado hace 14 años aproximadamente por el clérigo Mohammed Yusuf, que pretendía conseguir la aplicación severa de la Ley Sharia (también conocida como saría, charía o ley islámica) en toda Nigeria. Este clérigo murió a manos de la policía nigeriana, lo que hizo que se convirtiera en una especie de mártir, ya que dicho suceso fue grabado y difundido a través de las redes sociales.
Actualmente el grupo está liderado por Abubakar Shekau, persona de la que se desconoce su aspecto, incluso su edad, lo que hace que resulte difícil su detención.
Boko Haram, tiene lazos con Al Qaeda y recientemente ha emitido un comunicado uniéndose al autodenominado Estado Islámico.
Nigeria es la nación más poblada de toda Africa con unos 175 millones de habitantes. Este país cuenta con una mayoría musulmana al norte y una mayoría cristiana al sur. Contrariamente a lo que se pueda pensar, el grupo islamista Boko Haram atenta también entre la población de religión musulmana, ya que para ellos, no todos los musulmanes son aliados suyos y mucho menos partidarios.
¿Por qué secuestrar a niñas? El propio Abubakar Shekau ofreció la respuesta cuando el 5 de mayo de 2.014 se atribuyó el secuestro. Según sus palabras: “Alá me ordenó que las vendiese y yo me encargo de cumplir sus ordenes” Asimismo en dicho mensaje también afirmaba que las niñas no deben asistir a la escuela, sino servir como esposas.
El 30 de mayo, unos habitantes de la región de Baale al nordeste de Nigeria, encontraron a dos niñas en muy mal estado y a otras cuatro que habían sido asesinadas. Según las supervivientes las habían asesinado por mal comportamiento. Las víctimas relataron que fueron violadas en repetidas ocasiones y algunas de sus compañeras obligadas a casarse con sus captores, otras fueron vendidas por 12,5 dólares y trasladadas a Camerún y Chad.
Estamos hablando no sólo de un asalto y secuestro, sino de un claro ejemplo de trata de personas con fines de explotación sexual, esclavitud, servidumbre etc.
Lamentablemente, desde que este grupo radical islámico comenzó sus actividades terroristas, según un informe presentado por Amnistía Internacional, unas 2.000 mujeres y niñas han sido secuestradas. Algunas de ellas han sido liberadas por el ejercito Nigeriano y han explicado el calvario que han sufrido durante su cautiverio. Eran utilizadas como esclavas sexuales, algunas incluso obligadas a casarse con sus violadores, además tenían que ocuparse de tareas como cocinar, lavar, limpiar etc. La mayoría de las mujeres liberadas se encuentran embarazadas y no son capaces de identificar al padre.
Ante esta situación tan lamentable ¿que se está haciendo? En mi opinión poco o nada. El hecho que más repercusión mediática ha tenido fue el secuestro en la Escuela Secundaria, pero no han sido las únicas víctimas, ni los únicos actos terroristas de Boko Haram.
La gestión por parte del Gobierno Nigeriano en general, ha sido nefasta. Lo primero, a día de hoy no se sabe exactamente el número de menores desaparecidas, se habla de 219 pero en realidad los primeros datos eran de 280 aproximadamente.
Nigeria, no dio a conocer el hecho hasta dos semanas después de que hubiera ocurrido, lo que facilitó la huida de los terroristas. Viendo su incapacidad para resolver la situación, tanto las familias, como las autoridades locales de la zona donde se produjo el secuestro, presionaron al ejecutivo para que solicitara apoyo internacional.
Varios países ofrecieron ayuda, mediante el envío de expertos para la localización de las niñas, pero salvo Estados Unidos que envió a 80 militares a Chad con la misión de encontrarlas, poco más se ha hecho, ya que el gobierno de Nigeria estaba más preocupado de mantenerse en el poder, que de localizar a las niñas secuestradas.
Como era de esperar, ante los casos de corrupción así como por su ineficacia ante el terrorismo de Boko Haram, en las elecciones generales nigerianas celebradas en 2.015, ha habido un cambio de gobierno. Las familias de las víctimas esperan que el nuevo gobierno presidido por el opositor Muhammadu Buhari traiga de vuelta a las niñas secuestradas, asi como libere al país de los ataques de Boko Haram.
Con respecto a los organismos Internacionales como suele ser habitual, han condenado el suceso sin más.
Lo más destacable, han sido campañas de movilización en las redes sociales como “Bring back our girls” exigiendo su liberación en la cual participó Michelle Obama, entre otras personalidades. Dicha campaña sigue en facebook, se publican fotos de las chicas que aún permanecen secuestradas y de los días que van pasando sin su regreso.
Me pregunto… si un hecho similar sucediera en cualquier país de Europa Occidental o en Estados Unidos. ¿Pasarían dos años sin que aparecieran las niñas secuestradas?