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Meteorosensibilidad. Cómo influye el entorno en nuestra salud

22/09/2016
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En más de una ocasión os habréis encontrado, tanto en la literatura como en el saber popular, que con los cambios del tiempo atmosférico se intensifican las dolencias de antiguas heridas o que la enfermedad que padece se acentúa. Un ejemplo en la literatura es en la tragedia dramaturga de William Shakesper  “Hamlet”, el propio protagonista reconoce que cuando el viento proveniente del noreste su locura afloraba, por lo que el estado de la psique también se ve afectado por este suceso. A este fenómeno se le denomina Meteorosensibilidad.

Historia  de la Meteorosensibilidad

La investigación de este fenómeno se remonta a los egipcios en el año 3.150 A.c. que dedicaron gran parte de tiempo en el estudio de la influencia del clima en las dolencias de las personas y observaron que los cambios bruscos de temperatura, humedad, viento, etc. cambiaba el estado físico-psíquico de las personas. Hoy por hoy, el dicho “va a llover porque me duele la rodilla” ha dejado de ser un mito o una creencia ya que el dolor que experimentan las personas con reuma se asocia a la bajada de presión que sucede un antes de que llueva. Investigadores como Dr. Alberto Marti Bosh afirman que las variables meteorologías responsables de este suceso son principalmente dos: variable física y variable química. Cuando hacemos referencia a las variables físicas nos referimos a la temperatura, la humedad, el viento, la nubosidad, la presión, la lluvia, el frío, la niebla, etc. y cuando hablamos de variable química nos referimos a las partículas orgánicas que se encuentran en suspensión, como el polvo, la contaminación etc. Existen también otras variables de carácter especial como los campos eléctricos, la radioactividad, la ionización etc. que como podrán imaginarse solo se desarrollan en casos aislados. Un claro ejemplo sobre la malignidad de estas variables  fue el desastre nuclear de Chernobil sucedido en Ucrania en 1986 en la central nuclear Vladimir LLich Lenin con una intensidad de nivel 7, donde murieron en el acto 31 personas y 600.000 personas recibieron dosis altas de radiación por los trabajos de descontaminación, 5.000.000 vivieron en zonas contaminadas. Actualmente se desconoce la magnitud de gravedad del suceso pues cada día se puede ver como la salud de las personas afectadas está tan afectada que incluso en su descendencia de tercera generación acarrean con los efectos tan malignos como cáncer, deformaciones…

Alteraciones provocadas por la Meteorosensibilidad

A pesar de la gran popularidad de este hecho, hay pocos estudios que expliquen la influencia del clima en nuestro organismo, los procesos que desencadena y por qué nos afecta. Existen algunos estudios que dan algunas pinceladas de afectaciones populares que nos explican algunos procesos que ocurren en nuestro interior y que perfiles de personas son las que están más predispuestas a este suceso que explicaremos más a continuación. Las variables físicas, que son las que afectan de forma general,  ocupan del 30 al 50% de la población que se ve afectada. A grandes rasgos la Meteorosensibilidad se suele dar en personas con características determinadas, como por ejemplo, las personas con características como estar más estresadas, nerviosas, frágiles, desanimadas…,  los recién nacidos y las personas de tercera edad son las que mayor predisposición tienen de padecerlo. Y por contrario, las personas estables psíquicamente y de salud fuerte, con la peculiaridad de tener temperamento frío, son las que se salvan de este fenómeno. El colectivo sensible a los fenómenos experimenta el cambio brusco climático, como las subidas o bajadas de la presión atmosférica o las altas subidas de temperatura, de manera que sus enfermedades se acentúan, como por ejemplo, las patologías cardíacas y las respiratorias. Las cardíacas florecen con los cambios bruscos de temperatura y la bajada de presión que se corresponden con el otoño y las patologías de tipo respiratorio como el asma o la bronquitis se acentúan siguiendo el patrón de temperaturas frías y con humedad. Existen más estudios científicos relacionados con las afectaciones psíquicas más relevantes y cotidianas que nos aportan explicaciones rigurosas de los cambios que se producen en nuestro organismo cuando nos exponemos a nuestro entorno. Entre los estados psíquicos más populares nos encontramos con la  irritabilidad asociada a un nivel de cationes elevados en el ambiente que desencadena una elevación de los niveles de serotonina a nivel central y periférico provocando otro síntomas como insomnio, ansiedad, migraña, dolores reumáticos, vómitos, dolor precordial etc. Otra estado desencadenado es el agotamiento  que se asocia a la influencia de las olas de calor o altas temperaturas produciendo en nuestro organismo un descenso de catecolamina y desencadenando sintomatología como cansancio, apatía, déficit de concentración, hipoglucemias y confusión. En ocasiones la población padece este tipo de síndrome endocrino biológico y bioquímico de forma combinada y genera un estado de total inestabilidad ocasionando afectaciones o trastornos de mayor gravedad a nivel de sistemas o aparatos de nuestro cuerpo, como por ejemplo, afectación del tiroides que altera el funcionamiento de la glándula tiroidea, afectación del aparato circulatorio desencadenando mayor índice de desarrollo de patologías graves como el infarto o aumento de patologías respiratorias como disnea y cuadros asmáticos. Las patologías de la psique más importantes o de mayor relevancia (como son la esquizofrenia, los estados de manía, la obsesión, la bipolaridad, etc.) están muy condicionadas a la inestabilidad o descompensación de la patología en sí por la Meteorosensibilidad. En la bipolaridad, por ejemplo, se asocia la exposición solar con la agudización de los estados de manía, la falta de exposición con el estado depresivo y las altas temperaturas se asocian con los estados depresivos. Como pueden ver el clima y sus cambios nos influyen más de lo que pensamos y en muchas ocasiones en las que no sabemos por qué se produce un cambio en el estado de ánimo son motivo aparente pues ahora ya podrá barajar la opción de que el clima o el entorno en sí, pueden estar afectándole. Para combatir esta hipersensibilidad climatológica hay ciertos consejos que se pueden seguir encauzados a conseguir reforzar nuestro organismo y mejorar nuestra capacidad de adaptación meteorológica, como por ejemplo, llevar una vida regular y sana, hacer ejercicio, salir a aire libre, evitar factores estresantes…

Categorizado en: Biosanitario

No hay comentarios

  1. Luis dice:

    Hola, en el libro Sociología Mexicana de Carlos A Echánove, Ed. Porrúa menciona: que la menor presión atmosférica causa disminución de la actividad de la tiroides causando un carácter especial en las personas ¿Es esto cierto?

    0
    • Jorge Salas dice:

      Buenos días Luis. Hasta el momento no podemos confirmar estas suposiciones, no existen estudios que reflejen una relación de causalidad entre la presión atmosférica y la glándula tiroidea. Gracias por comentar

      0

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