Emprender, vocablo castellano de origen latino: en (en) y prendere (coger o tomar), que se define como el inicio de un quehacer o empresa con resolución y empeño – especialmente si entraña dificultad y riesgos – , y que puede atribuirse sin ningún género de dudas a los aventureros del siglo XXI. Culminando ya con este II Ciclo Temático dedicado al emprendimiento, hoy os hablamos de una emprendedora en mayúsculas que ha dedicado sus esfuerzos para cambiar el mundo poniendo el conocimiento en acción, enriqueciendo aún más el concepto de emprendimiento al asociarlo estrechamente con la movilización social.
Su nombre es Pilar Mateo, también conocida como “la doctorita”, “el ángel blanco” o la “indígena española”, una de las Top Ten de las investigadoras patrias que ha revolucionado la lucha contra un buen número de enfermedades endémicas – entre ellas el mal de Chagas –, y la reivindicación de la mujer en toda América Latina. Una mujer que ha trabajado y sigue trabajando incansablemente por la erradicación de la pobreza y miseria en aquellos lugares más necesitados, creando una amplia red de empresas y solidaridad por todo el planeta. Hoy no os hablamos de la típica científica al uso, sino de una mujer que, armada solamente con una brocha de pintura, ha conseguido cambiar la vida de miles de personas en todo el mundo. ¿Te atreves a conocerla?
Inesfly: la pintura que salva vidas
Pilar Mateo es la presidenta de Inesfly Corporation, una empresa líder en el sector de la microencapsulación, con la que ha conseguido desarrollar una especie de “pintura”, que resulta muy eficaz para combatir enfermedades tan devastadoras como el mal de Chagas, la malaria, el dengue, la leishmaniosis, las tripanosomiasis o la fiebre amarilla. Curioso ¿verdad? Al aplicar esta especie de “barniz” en las distintas superficies, los componentes activos de esta pátina se encargan de actuar sobre los vectores insectos de cada enfermedad (bloqueando su sistema reproductivo), acabando así con los principales responsables de su dispersión entre la población endémica.
A través de una tecnología pionera, Inesfly permite incorporar ingredientes activos de diversa índole (insecticidas, productos naturales como los aceites esenciales, acaricidas, reguladores del crecimiento de insectos, repelentes, atrayentes…etc.) a muy bajas dosis, en unas microcápsulas poliméricas que funcionan liberando estas sustancias de una manera gradual y controlada a lo largo del tiempo. Gracias a ello y a diferencia de los insecticidas convencionales, se garantiza una efectividad del producto más prolongada (como mínimo 2 años), con resistencia a la intemperie, a la alcalinidad y al agua, y una toxicidad ínfima, demostrando un perfil de seguridad excelente y un marcado respeto al medio ambiente.
Este producto – que en sus inicios fue desarrollado para combatir plagas de cucarachas de alcantarillas y mosquitos en los países del hemisferio norte (para los cuales también es eficaz) – ha sido la panacea en la lucha contra enfermedades que acaban con la vida de millones de personas todos los años, y que tal y como define la doctora, son la tapadera de una realidad que nadie quiere ver. La pobreza.
Las personas más pobres del mundo son las que sufren este tipo de enfermedades. Abandonadas a su suerte, sin recursos ni infraestructuras con qué combatirlas, engrosan cada día las filas de los afectados por patologías “olvidadas” en el viejo mundo.
Por eso Pilar y su equipo, brocha en mano, han encabezado esta lucha “sanando” o “vacunando” las viviendas en las que residen estas poblaciones, acabando – con eficacia demostrada – con el principal mecanismo de transmisión (vinchuca en el caso de la malaria), mejorando la calidad de vida en estas regiones. Y es que allá donde ha pegado un brochazo esta emprendedora, han desaparecido los insectos y ningún niño ha vuelto a caer enfermo.
Consciente de la importancia de la prevención, basada en un enfoque de formación y educación para la salud e higiene en estas sociedades y del establecimiento de condiciones y viviendas dignas, esta científica española lucha porque se haga escuchar el clamor de la mitad del planeta que sufre por enfermedades que ya están erradicadas aquí, soñando con que estas patologías sólo sean mencionadas en los libros de historia.
Desde luego, un ejemplo de emprendimiento.
“La ciencia tiene la obligación de acercarse y escuchar de cerca a los que sufren la enfermedad, sin embargo, tristemente, la ciencia está muy alejada de los que sufren la pobreza”.
Pilar Mateo
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