El glaucoma es un síntoma del desarrollo de una enfermedad que afecta a las fibras ganglionares a nivel de la cabeza del nervio óptico o papila, producida por un proceso isquémico originado por una alteración de la presión intraocular (PIO) con la característica de la degeneración progresiva del nervio óptico. En un porcentaje alto de las personas que están afectadas por esta enfermedad degenerativa, entre un 60-70% de los casos, es debida a un aumento de la presión intraocular y afecta alrededor del 2% de la población siendo prevalente en las personas de más de 40 años.
Es más común en ancianos, ancestros asiáticos, componente genético probable, miopes, y mujeres. Asociado a alteraciones vasoespásticas, hipotensión sistémica y migraña.
Es causa de ceguera irreversible y es prevenible, aunque en algunos tipos de glaucoma unos de los inconvenientes es que los síntomas no son muy notorios hasta estadios avanzados donde ya es terminal.
La hipertensión ocular se produce por dos posibles; aumento de producción de humor acuoso o por una disminución de la evacuación, lo que produce un aumento del contenido que alberga el globo ocular y por consiguiente, un aumento de la presión que puede afectar al nervio óptico y pudiendo desarrollar esta enfermedad. Esta presión intraocular (PIO) en condiciones normales se encuentra en unos límites de 10-21 mmHg y cuando se eleva y causa la enfermedad de glaucoma puede o no desarrollar sintomatología asociada. Para la medición de la presión intraocular se utiliza la tonometría, posicionándose como sospecha de glaucoma entre 21 y 25 mmHg.
Otras pruebas que se puede utilizar para la exploración del globo ocular, es la “gonioscopía” a través de la cual se estudia el ángulo iridocorneal, “campimetría” para explorar las alteraciones de campo visual, “oftalmoscopia” para la exploración de la papila, la capa de fibras del nervio óptico y la excavación papilar. Para la excavación papilar hay métodos exploratorios como la polarimetría láser y fotografía de fibras.
La clasificación del glaucoma ocular
Primario:
- Ángulo abierto
- Ángulo cerrado
- Normotenso
- Congénito
Secundario:
- Pigmentario
- Psuedo exfoliativo
- Traumático
- Neovascular
- Diabetes
- Tratamiento con corticoides
- Tras una cirugía ocular
Para la detención del desarrollo de esta enfermedad en el nervio óptico, como ya hemos mencionado anteriormente, se realizan pruebas de agudeza visual, control de la presión intraocular, inspección del ángulo, grosor de la córnea, evaluación del campo visual…a través de los cuales se realiza un estudio completo del estado general y se puede analizar la situación particular.
La importancia de la realización de un estudio y control del desarrollo de esta afectación es para prevenir la pérdida irreversible del campo visual, ya que es una pérdida de carácter irreversible y no tiene cura. La afectación visual se inicia por la pérdida de visión del campo lateral y finaliza por la pérdida del campo visual central. Por este motivo, el tratamiento inmediato en la primera etapa del glaucoma es fundamental para evitar la progresión.
La complementación del tratamiento es fundamental, por lo que no debe de haber ningún tipo de barrera para completarlo. La información de cómo debe de aplicarle las gotas oculares, los efectos secundarios que puede experimentar y la duración del tratamiento son cruciales para que se siga una pauta correcta de administración del medicamento.
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